Fibras uterinas

Los fibromas, también conocidos como fibromas uterinos o leiomiomas, son crecimientos benignos (no cancerosos) que ocurren en el útero.

Los fibromas son el tipo de tumor más común con estimaciones que sugieren que hasta el 70-80 % de las mujeres pueden desarrollar fibromas a la edad de 50 años. Sin embargo, no todos los fibromas causan síntomas, y muchas mujeres pueden tener fibromas sin siquiera saberlo.

Los fibromas pueden variar en tamaño, forma y ubicación dentro del útero. Pueden ser tan pequeños como una semilla o tan grandes como una toronja, y se pueden encontrar en diferentes partes del útero, como dentro del útero (submucoso), fuera del útero (subseroso) o en la pared del útero. (intramuros).

Uterine fibroids

(Hic et nunc, 2012). Licencia Creative Commons.

Clasificación de los fibromas uterinos

(a) fibromas subserosos

(b) fibromas intramurales

(c) fibroma submucoso

(d) fibroma submucoso pedunculado

(e) fibroma en statu nascendi

(f) fibroma intraligamentario

Clasificación de los fibromas uterinos

Los tres tipos principales de fibromas según la ubicación son los fibromas submucosos, los fibromas intramurales y los fibromas subserosos. Además de estos tres tipos principales, también existen otros tipos menos comunes, como el fibroma pedunculado, el fibroma en statu nascendi y el fibroma intraligamentario.

(a) Fibromas subserosos

Los fibromas subserosos son un tipo de fibroma uterino que crece en la superficie externa del útero, conocida como serosa. Pueden sobresalir hacia afuera y causar síntomas como dolor pélvico, presión y agrandamiento del abdomen. Estas son algunas características clave de los fibromas subserosos:

  • Ubicación: Los fibromas subserosos se encuentran en la superficie externa del útero, que está cubierta por una capa de tejido llamada serosa. Pueden crecer como nódulos únicos o como fibromas múltiples.
  • Tamaño: los fibromas subserosos pueden variar en tamaño, desde fibromas pequeños que no son visibles a simple vista, hasta fibromas grandes que pueden causar un bulto o protuberancia notable en el abdomen.
  • Síntomas: Los fibromas subserosos pueden causar síntomas como dolor pélvico, presión, malestar o sensación de plenitud en el abdomen. También pueden causar dolor de espalda, frecuencia o urgencia urinaria y estreñimiento si presionan los órganos cercanos.
  • Impacto en la fertilidad: es menos probable que los fibromas subserosos afecten la fertilidad en comparación con los fibromas submucosos, ya que normalmente no sobresalen en la cavidad uterina. Sin embargo, en algunos casos, los fibromas subserosos grandes o los grupos de fibromas pueden afectar la fertilidad al causar distorsión o compresión de las trompas de Falopio o interferir con la implantación.

(b) Fibromas intramurales

Los fibromas intramurales son un tipo de fibroma uterino que crece dentro de la pared muscular del útero. Son el tipo más común de fibromas y pueden causar una variedad de síntomas. Estas son algunas características clave de los fibromas intramurales:

  • Ubicación: Los fibromas intramurales se encuentran dentro de la capa muscular del útero, conocida como miometrio. Pueden crecer como nódulos únicos o como fibromas múltiples.
  • Tamaño: los fibromas intramurales pueden variar en tamaño, desde pequeños fibromas que no son visibles a simple vista hasta fibromas grandes que pueden causar un agrandamiento del útero.
  • Síntomas: los fibromas intramurales pueden causar síntomas como dolor pélvico, presión, sangrado menstrual abundante, períodos menstruales prolongados y agrandamiento del útero. También pueden causar síntomas relacionados con la compresión de órganos cercanos, como frecuencia o urgencia urinaria, estreñimiento o dolor lumbar.
  • Impacto en la fertilidad: los fibromas intramurales a veces pueden afectar la fertilidad, según su tamaño, ubicación y número. Los fibromas intramurales grandes o los grupos de fibromas pueden distorsionar la forma del útero o interferir con las trompas de Falopio, lo que puede afectar la fertilidad o aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Sin embargo, no todos los fibromas intramurales afectan la fertilidad y el impacto en la fertilidad varía de un caso a otro.

(c) Fibromas submucosos

Los fibromas submucosos son un tipo de fibroma uterino que crece justo debajo del revestimiento interno del útero, conocido como endometrio. Pueden sobresalir en la cavidad uterina y causar una variedad de síntomas. Estas son algunas características clave de los fibromas submucosos:

  • Ubicación: Los fibromas submucosos se encuentran justo debajo del revestimiento interno del útero y pueden sobresalir en la cavidad uterina. Son el tipo menos común de fibromas pero pueden causar síntomas significativos.
  • Tamaño: los fibromas submucosos pueden variar en tamaño, desde pequeños fibromas que no son visibles a simple vista, hasta fibromas más grandes que pueden distorsionar la forma del útero y ocupar una porción significativa de la cavidad uterina.
  • Síntomas: es más probable que los fibromas submucosos causen síntomas en comparación con otros tipos de fibromas. Pueden causar sangrado menstrual abundante, períodos menstruales prolongados, sangrado irregular, dolor pélvico, presión e incomodidad. También pueden causar síntomas relacionados con la compresión del endometrio, como infertilidad, abortos espontáneos recurrentes o dificultad para quedar embarazada.
  • Impacto en la fertilidad: es más probable que los fibromas submucosos afecten la fertilidad en comparación con otros tipos de fibromas, ya que pueden distorsionar la forma de la cavidad uterina e interferir con la implantación. También pueden causar abortos espontáneos recurrentes o dificultad para quedar embarazada.

(d) Fibromas submucosos pedunculados

Un fibroma submucoso pedunculado es un tipo de tumor benigno (no canceroso) que crece en el útero. Se caracteriza por un fibroma que se adhiere al revestimiento interno del útero, llamado endometrio, mediante un tallo o pedúnculo, lo que le permite sobresalir hacia la cavidad uterina. Este tipo de fibroma se considera un subtipo de fibromas submucosos, que son fibromas que crecen justo debajo del revestimiento del útero.

(e) Fibroma en Statu Nascendi

"Fibroid in statu nascendi" es un término latino que se traduce como "fibroma en proceso de formación" o "fibroma en las primeras etapas de desarrollo".

Los fibromas en statu nascendi generalmente no son detectables a través de estudios de imágenes de rutina, como ultrasonido o resonancia magnética, ya que aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo. Es posible que no causen ningún síntoma, y ​​solo se puede sospechar su presencia si una mujer experimenta síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico o presión pélvica, y se realiza una evaluación adicional.

Es importante tener en cuenta que los fibromas pueden crecer y cambiar con el tiempo, e incluso los fibromas pequeños en statu nascendi pueden crecer y causar síntomas en el futuro. Se puede recomendar el control y el seguimiento con un proveedor de atención médica para las mujeres que se sospecha que tienen fibromas en estado nascendi, especialmente si comienzan a experimentar síntomas o si se espera que los fibromas afecten potencialmente la fertilidad o la salud reproductiva.

(f) Fibromas intraligamentarios

Los fibromas intraligamentarios, también conocidos como fibromas del ligamento ancho, son un tipo de fibroma uterino que crece dentro del ligamento ancho del útero. El ligamento ancho es un pliegue de tejido que sostiene el útero y lo conecta con la pared lateral de la pelvis. Los fibromas intraligamentarios son raros y representan solo alrededor del 1-2% de todos los fibromas uterinos.

Los fibromas intraligamentarios se clasifican como fibromas subserosos, ya que crecen en el exterior del útero y están cubiertos por el peritoneo, que es el revestimiento delgado de la cavidad abdominal. Sin embargo, debido a su ubicación dentro del ligamento ancho, pueden tener una presentación y características diferentes en comparación con los fibromas subserosos que crecen en la superficie del útero.

Causas de los fibromas

La causa exacta de los fibromas uterinos aún no está clara, pero se cree que hay varios factores que contribuyen a su desarrollo. Estos factores incluyen:

  • Predisposición genética: hay evidencia que sugiere que puede haber un componente genético en el desarrollo de fibromas. Si una mujer tiene antecedentes familiares de fibromas, su riesgo de desarrollar fibromas puede aumentar.
  • Factores hormonales: las hormonas, como el estrógeno y la progesterona, juegan un papel en el crecimiento y mantenimiento del revestimiento del útero durante el ciclo menstrual. Se cree que los desequilibrios hormonales, como un exceso de estrógeno en relación con la progesterona, pueden contribuir al desarrollo de fibromas. El estrógeno promueve el crecimiento del revestimiento del útero y la progesterona contrarresta los efectos del estrógeno. Por lo tanto, un desequilibrio entre el estrógeno y la progesterona puede provocar el crecimiento de fibromas.
  • Factores de crecimiento: Ciertos factores de crecimiento, como el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF) y el factor de crecimiento transformador beta (TGF-beta), también pueden estar involucrados en el desarrollo de fibromas. Estos factores de crecimiento pueden estimular el crecimiento de células en la pared uterina, lo que lleva a la formación de fibromas.
  • Raza y origen étnico: los estudios han demostrado que los fibromas son más comunes en ciertos grupos raciales y étnicos, particularmente en mujeres afrodescendientes. Las razones de esta disparidad no se comprenden completamente y pueden involucrar una combinación de factores genéticos, hormonales y ambientales.
  • Obesidad: vale la pena señalar que la obesidad, que a menudo se asocia con niveles más altos de grasa corporal, puede afectar indirectamente el desarrollo de fibromas a través de desequilibrios hormonales. El tejido adiposo, o células grasas, puede producir estrógeno, una hormona sexual femenina que se sabe que juega un papel en el crecimiento y mantenimiento del revestimiento del útero. Un exceso de estrógeno en el cuerpo, que puede ocurrir en mujeres obesas debido a una mayor producción de estrógeno por parte de las células grasas, puede contribuir al desarrollo de fibromas o exacerbar los fibromas existentes.
  • Otros factores: Otros factores que se han propuesto como contribuyentes potenciales al desarrollo de fibromas incluyen la dieta, el estilo de vida (como el estrés y la falta de ejercicio) y los factores ambientales (como la exposición a toxinas ambientales) .

Es importante tener en cuenta que los fibromas a menudo son el resultado de una combinación de factores y la causa exacta puede variar de una mujer a otra. El desarrollo de los fibromas es un proceso complejo que aún no se comprende por completo, y se están realizando investigaciones para comprender mejor las causas subyacentes y los factores de riesgo asociados con los fibromas.

Factores que aumentan el riesgo de fibromas

Hay varios factores de riesgo que se han asociado con una mayor probabilidad de desarrollar fibromas uterinos. Estos factores de riesgo incluyen:

  • Edad: los fibromas se diagnostican con más frecuencia en mujeres en edad reproductiva, generalmente entre los 30 y los 50 años. El riesgo de desarrollar fibromas generalmente disminuye después de la menopausia.
  • Antecedentes familiares: Tener un familiar cercano, como una madre o una hermana, con antecedentes de fibromas puede aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle fibromas. Puede haber un componente genético en el desarrollo de los fibromas, aunque los genes exactos involucrados aún no se conocen por completo.
  • Raza y origen étnico: los fibromas son más comunes en ciertos grupos raciales y étnicos, particularmente en mujeres afrodescendientes. Los estudios han demostrado que las mujeres afrodescendientes tienen más probabilidades de desarrollar fibromas a una edad más temprana, tener fibromas más grandes y experimentar síntomas más graves en comparación con las mujeres de otras razas o etnias.
  • Factores hormonales: Las hormonas, particularmente el estrógeno y la progesterona, desempeñan un papel en el desarrollo de los fibromas. Las mujeres con desequilibrios hormonales, como un exceso de estrógeno en relación con la progesterona, pueden correr un mayor riesgo de desarrollar fibromas.
  • Historial reproductivo: las mujeres que nunca han estado embarazadas o que han tenido pocos o ningún embarazo pueden tener un mayor riesgo de desarrollar fibromas. Por el contrario, tener embarazos múltiples y amamantar puede reducir el riesgo de fibromas.
  • Obesidad: puede haber una relación entre la obesidad y un mayor riesgo de fibromas. El exceso de peso corporal, particularmente la grasa visceral alrededor del abdomen, puede aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo, lo que puede contribuir al desarrollo de fibromas.
  • Factores de estilo de vida: Ciertos factores de estilo de vida, como un estilo de vida sedentario, una dieta deficiente y altos niveles de estrés, también pueden aumentar el riesgo de fibromas. El ejercicio regular, una dieta saludable y técnicas de manejo del estrés pueden ayudar a reducir el riesgo de fibromas.
  • Otras condiciones de salud: Ciertas condiciones de salud, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y el síndrome metabólico, se han asociado con un mayor riesgo de fibromas.

Es importante tener en cuenta que tener uno o más factores de riesgo no significa necesariamente que una mujer desarrollará fibromas, y muchas mujeres con fibromas no tienen factores de riesgo identificables. Es probable que el desarrollo de los fibromas esté influenciado por una combinación de múltiples factores, y se necesita más investigación para comprender completamente los complejos mecanismos involucrados en el desarrollo de los fibromas.

¿Pueden los fibromas afectar el embarazo y la fertilidad?

Los fibromas pueden afectar el embarazo y la fertilidad en algunos casos. Aquí hay algunas formas en que los fibromas pueden afectar el embarazo y la fertilidad:

  • Dificultad para concebir: los fibromas grandes o los fibromas ubicados cerca de las trompas de Falopio o el cuello uterino pueden interferir potencialmente con la concepción al bloquear el acceso de los espermatozoides al óvulo o impedir la implantación de un óvulo fertilizado en el útero. Los fibromas submucosos, que se encuentran en el revestimiento interno del útero, están particularmente asociados con problemas de fertilidad.
  • Mayor riesgo de aborto espontáneo: los fibromas, especialmente los fibromas submucosos, pueden aumentar el riesgo de pérdida temprana del embarazo o aborto espontáneo. La presencia de fibromas puede interrumpir el proceso de implantación normal y provocar embarazos fallidos.
  • Distorsión uterina: los fibromas que crecen dentro del útero pueden distorsionar la forma y el tamaño de la cavidad uterina, lo que puede dificultar la implantación de un óvulo fertilizado y el establecimiento de un embarazo. Esto puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo y otras complicaciones del embarazo.
  • Complicaciones del embarazo: los fibromas, particularmente los fibromas grandes, pueden aumentar el riesgo de diversas complicaciones del embarazo, como trabajo de parto prematuro, ruptura prematura de membranas, desprendimiento de placenta y mala presentación del bebé. Estas complicaciones pueden afectar potencialmente la salud de la madre y el bebé durante el embarazo.
  • Impacto en los tratamientos de fertilidad: los fibromas también pueden afectar el éxito de los tratamientos de fertilidad, como la fertilización in vitro (FIV), al afectar la implantación de embriones o la respuesta a los medicamentos para la fertilidad. Es posible que sea necesario tratar o extirpar los fibromas antes de someterse a tratamientos de fertilidad para optimizar las posibilidades de éxito.

Es importante tener en cuenta que no todos los fibromas están asociados con la infertilidad, y muchas mujeres con fibromas pueden concebir y tener embarazos exitosos. El impacto de los fibromas en el embarazo y la fertilidad puede variar según el tamaño, la ubicación y la cantidad de fibromas, así como los factores de fertilidad de cada mujer.

Diagnóstico de Fibromas

El diagnóstico de fibromas generalmente implica una combinación de antecedentes médicos, examen físico y estudios de imágenes. Estos son los métodos comunes utilizados para diagnosticar fibromas:

  1. Historial médico: para evaluar la posibilidad de fibromas, generalmente se toma un historial médico completo, que incluye cualquier síntoma relacionado con los fibromas, como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico o síntomas urinarios.
  2. Examen físico: Por lo general, se realiza un examen pélvico para verificar si hay crecimientos o masas anormales en el útero o la pelvis. Los fibromas a veces se pueden sentir como masas firmes de forma irregular durante un examen pélvico.
  3. Estudios por imágenes: los estudios por imágenes se usan comúnmente para confirmar la presencia de fibromas y determinar su tamaño, número y ubicación. Las siguientes modalidades de imagen se utilizan comúnmente:
    • Ultrasonido: el ultrasonido abdominal o transvaginal suele ser el primer estudio por imágenes que se realiza para visualizar el útero y detectar fibromas. El ultrasonido puede ayudar a determinar el tamaño, la ubicación y la cantidad de fibromas, así como su impacto en las estructuras circundantes.
    • Imágenes por resonancia magnética (IRM): la IRM puede usarse en casos en los que la ecografía no es concluyente o para obtener información más detallada sobre el tamaño, la ubicación y las características de los fibromas. La resonancia magnética puede proporcionar imágenes claras del útero y los fibromas, lo que ayuda a planificar las opciones de tratamiento adecuadas.
  1. Histeroscopia: la histeroscopia es un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en insertar un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara (histeroscopio) en el útero a través del cuello uterino para visualizar directamente el interior del útero. Esto se puede usar para detectar fibromas submucosos u otras anomalías en la cavidad uterina.
  2. Biopsia: en algunos casos, se puede realizar una biopsia para descartar otras afecciones que pueden simular fibromas, como el cáncer de útero. Se puede tomar una pequeña muestra de tejido para examinarla con un microscopio para confirmar la presencia de fibromas y descartar otras afecciones.

Una vez que se confirma el diagnóstico de fibromas, se pueden realizar pruebas adicionales según sea necesario para evaluar el tamaño, la ubicación y el impacto de los fibromas en la salud y fertilidad general de la mujer.

Métodos quirúrgicos para el tratamiento de los fibromas

Hay varios métodos quirúrgicos que se pueden usar para el tratamiento de los fibromas, según el tamaño, la ubicación y los síntomas asociados con los fibromas, así como la salud general del paciente. Estos son algunos métodos quirúrgicos comunes para los fibromas.

Miomectomía

La miomectomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de fibromas conservando el útero. Por lo general, se recomienda para mujeres que desean conservar su fertilidad o que tienen fibromas más pequeños que se pueden extirpar fácilmente. La miomectomía se puede realizar a través de diferentes técnicas, que incluyen cirugía abdominal abierta, cirugía laparoscópica o cirugía histeroscópica, según el tamaño y la ubicación de los fibromas.

Según los datos de Healthcare Bluebook, el costo promedio estimado de la miomectomía en Estados Unidos varía de $6000 a $12 000 para una miomectomía abdominal, de $8000 a $15 000 para una miomectomía laparoscópica y de $10 000 a $20 000 para una miomectomía asistida por robot. La miomectomía histeroscópica, que suele ser menos invasiva, puede tener un costo promedio más bajo que oscila entre $3000 y $8000.

Se recomienda programar una cita con New York Gynecology Endometriosis (NYGE) para obtener una estimación precisa del costo

Histerectomía

La histerectomía es un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación del útero y, a veces, del cuello uterino, lo que elimina la posibilidad de futuros embarazos. Se puede recomendar la histerectomía a las mujeres que tienen fibromas grandes, síntomas graves o que no desean preservar su fertilidad.

Embolización de la arteria uterina (EAU)

UAE es un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en bloquear el suministro de sangre a los fibromas, lo que hace que se encojan y finalmente mueran. Lo realiza un radiólogo que usa un catéter para inyectar partículas diminutas en los vasos sanguíneos que irrigan los fibromas, cortando el flujo de sangre.

Ultrasonido enfocado de alta intensidad guiado por resonancia magnética (MRgHIFU):

MRgHIFU es un procedimiento no invasivo que utiliza ondas de ultrasonido de alta intensidad para calentar y destruir el tejido fibroide sin afectar el tejido sano circundante. Está guiado por imágenes de resonancia magnética para apuntar y tratar con precisión los fibromas.

Ablación Endometrial

La ablación endometrial es un procedimiento mínimamente invasivo que implica la extirpación o destrucción del revestimiento interno del útero (endometrio). Se puede recomendar para mujeres con fibromas submucosos, que se encuentran en el revestimiento interno del útero y causan sangrado menstrual abundante.

Extirpación de fibromas laparoscópica o asistida por robot

La cirugía laparoscópica o asistida por robot se puede utilizar para la extracción de fibromas. Estos procedimientos mínimamente invasivos implican pequeñas incisiones y el uso de instrumentos especializados para extirpar o reducir los fibromas.

Pankaj Singhal, MD, MS, MHCM

Maestro Cirujano en Cirugía Robótica

El Dr. Pankaj Singhal, un cirujano de endometriosis reconocido a nivel mundial, posee más de 25 años de experiencia en cirugía de escisión laparoscópica, lo que le permite abordar con confianza incluso los casos de endometriosis más desafiantes. El Dr. Pankaj trata a pacientes con diversas afecciones relacionadas con la endometriosis, que van desde endometriomas ováricos hasta endometriosis infiltrante profunda grave que afecta los intestinos y otros órganos.

El Dr. Pankaj prioriza la cirugía mínimamente invasiva y brinda atención personal integral. Además, es propietario y fundador de New York Gynecology and Endometriosis (NYGE), y ha dedicado su vida a defender, respetar y tratar a las mujeres que padecen esta enfermedad poco conocida. Es uno de los pocos cirujanos en todo Estados Unidos que ha realizado más de 5718 cirugías ginecológicas asistidas por robot.

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